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Pon en orden tus emociones

Imagen de perfilMercè Vancells
flores secas  

El alma desordenada lleva en su culpa la pena

San Agustín

 

Estamos entrando de nuevo en el otoño. Después de la expansión del verano y de más actividades dirigidas al exterior y la sociabilización, ahora toca poner en orden todas las vivencias, ideas y emociones que nos asaltan continuamente para poder quedarnos solo con las que queremos que nos sigan acompañando a partir de ahora y así desprendernos poco a poco de lo que ya no necesitamos en nuestro camino. Las vacaciones sirven para reevaluar todo lo que hacemos y sentimos. Con la ayuda del ciclo de la naturaleza estas actitudes, de manera rítmica, van fluctuando y esto nos ayuda a situarlo cada año de una forma distinta, acercándonos a funcionar cada vez más de un modo más auténtico.

 

Al inicio del curso tenemos todos la lista preparada con los nuevos objetivos y actividades pendientes y es el momento de ir decidiendo cuáles realizar o cuáles no.  De la misma manera el otoño es un buen momento de reflexión para poner en orden todas la emociones y experiencias que queremos seguir sintiendo y cuales queremos dejar salir de nuestro interior para no seguir cargándolas. Para hacerlo, debemos identificarlas y ponerlas sobre la mesa y solo así es cuando es posible dar con el orden y decidir qué hacer con ellas. Por ello he creado este artículo, esperando ayudarte con los aceites.

 

Esta sinergia de aceites te aportará la calma y el silencio necesarios para tomar las decisiones correctas para colocar cada emoción en su sitio.

  • Clavo (Eugenia caryophyllata)

Conocido como el mejor remedio para el dolor de muelas, uno de los aceites más potentes a nivel antiséptico y inmunoestimulante en general.  Si habéis masticado un clavo alguna vez, habréis podido comprobar como nos adormece la zona. A nivel emocional también nos ayuda a tranquilizarnos y a suavizar nuestra agitación interior y como consecuencia deja que nuestros instintos decidan con más firmeza.

 

  • Elemí (Canarium luzonicum)

El aroma mágico de este aceite era muy utilizado en la antigüedad porque era considerado un aceite con propiedades sagradas, por el estado sutil y sereno al que te transporta.

Es un aceite cicatrizante y antiséptico y puede ayudarte también a cicatrizar heridas emocionales. Y por esta razón también es un buen descontracturante porque te ayuda a eliminar memorias del cuerpo que te endurecen.

 

  • Angélica (Angelica archangelica)

En la antigüedad se creía que paraba el mal por su efecto en la prevención y la curación durante las epidemias de peste y cólera, motivo por el que se bautizó como “raíz de los ángeles”.

El aceite esencial obtenido de las raíces de esta planta, ayuda a atreverse a ir a la raíz de las situaciones, experiencias, dudas que se presentan en la vida. Relaja y ayuda a conectar con los sentidos más ocultos para que expresarse y darles permiso para salir del cuerpo.

 

Modo de aplicación:

Vas a hacer una sinergia con estos tres aceites esenciales

– 10 gotas ae de Clavo

– 25 gotas de ae de Elemí

– 25 gotas ae de Angélica

 

Y de la mezcla resultante puedes poner una gotas en la almohada cuando vas a dormir, o bien en un pañuelo para oler mientras meditas.

¡Te animo a probarlo y poner orden en tus metas, ideas y emociones!