La microbiota intestinal, antes conocida como flora intestinal, es el conjunto de microorganismos que viven en mutualismo con nuestro organismo, es decir, ambos se benefician de la relación que existe entre ellos. La microbiota lleva a cabo diversas funciones a nivel fisiológico, metabólico e inmunológico. Su composición varia a lo largo del tracto digestivo, siendo más homogénea y de menor cantidad al principio y aumentando la cantidad y diversidad a nivel del colon. Cada persona tiene una composición diferente y esta depende de factores como la dieta, la edad, lactancia materna, el uso de antibióticos, las enzimas digestivas, la acidez gástrica, etc. La microbiota intestinal juega un papel importante en las funciones básicas de nuestro organismo. Estas bacterias contribuyen en nuestro metabolismo, controlan la inflamación, producen vitaminas, ayudan a obtener los nutrientes de lo que ingerimos, protegen nuestro cuerpo contra virus, bacterias e infecciones…. Por lo que es importante cuidar de ellas pero… ¿cómo podemos cuidar de nuestra microbiota intestinal?
Se ha visto en muchas enfermedades que existe un desequilibrio en la microbiota intestinal, como lo es en la diabetes mellitus tipo 1 y 2, la obesidad, el lupus eritematoso sistémico, en el síndrome de colon irritable, en el asma, autismo, cáncer de colon etc. También una microbiota en desequilibrio, comporta que pueda aparecer estreñimiento, dolor abdominal, gases y flatulencias, hinchazón abdominal, a la vez que puede debilitarse nuestro sistema inmunológico. ¿Qué hacemos entonces?
- Sigue una dieta equilibrada, rica en vegetales y frutas frescas, mejor sin son de temporada.
- Consume alimentos ricos en fibra (legumbres, vegetales, cereales integrales, frutas) ya que son ricas en prebióticos, los ingredientes no digeribles de la dieta que al ser fermentados por la microbiota intestinal favorecen al crecimiento de bacterias que nos aportan beneficios a la salud.
- Consume alimentos probióticos como el yogur, kéfir, chucrut, kombucha, kimchi, tempeh, etc. Los probióticos Son unos microorganismos vivos que, al ser administrados adecuadamente, confieren beneficios para nuestra salud.
- Bebe cada día entre 1,5 a 2 litros de agua. Esto va a depender de tu actividad física y requerimientos.
- Evita tomar un exceso de proteínas de origen animal.
Seguir un estilo de vida saludable ayuda no solo a disfrutar de una buena salud, sino a cuidar de nuestro sistema digestivo. Ser más conscientes de lo que comemos nos ayudará a sentirnos mejor y a tener más energía.
Estos cursos pueden ayudar a cuidar de la microbiota intestinal.