El detox es un descanso digestivo, es lo que cuerpo necesita regularmente para poder llevar a cabo sus tareas de limpieza y gestión de deshechos y toxinas, que, acumuladas durante años, suelen acabar desencadenando enfermedades.
Motivos que nos pueden llevar a querer realizar un détox
Si te sientes hinchada/o, duermes mal, tienes digestiones pesadas, acidez, dolor de cabeza, insomnio, noches densas o inquietas, estreñimiento, gases, granitos o alguna enfermedad de la piel, decaimiento, ansiedad, etc… Son, entre otras cosas, indicaciones de que tu aparato digestivo no está bien, tu sangre está intoxicada y tus órganos y células colapsados.
Sin lugar a dudas una alimentación libre de procesados y conservantes, harinas blancas, bollería, bebidas gaseosas y pasteurizadas (incluso los zumos más naturales si son envasados suelen venir pasteurizados), alcohol, gluten de mala calidad, azúcares refinados y edulcorantes (incluido agave) y con un consumo moderado de lácteos, huevos, carnes, pescados y productos de la soja, es la mejor manera de recuperar la salud, mantenernos sanos y prevenir enfermedades. Sin embargo, incluso eso puede no bastar para gestionar la cantidad de toxinas a las que estamos constantemente expuestos (ambientales y alimentarias). Además, por norma general, nuestros organismos están muy saturados, van acumulando residuos en nuestros intestinos, colon, órganos y células… debido a años de una mala alimentación e intoxicación por medicamentos y/o otras drogas o químicos.
Todos somos conscientes de la necesidad de llevar a cabo la higiene exterior, lo tenemos bien arraigado y lo hacemos a diario, sin embargo, poco sabemos acerca de la necesidad de realizar terapias de mantenimiento e higiene interior. El détox es una potente herramienta para ello.
¿Cómo nos beneficia?
- Ayuda a eliminar toxinas
- Fortalece nuestro sistema inmunológico
- Ayuda a evitar la inflamación
- Cuida tus intestinos
- Ayuda al rejuvencimiento celular
- Ayuda a prevenir futuras enfermedades
- Mejora la calidad de la piel
¿Qué tipos de détox existen?
Existen diferentes tipos de descansos digestivos. Los más conocidos son el ayuno de agua, la monodieta de frutas, el ayuno de zumos verdes y mi favorito: el ayuno intermitente, que, a diferencia de los otros, que deben ser puntuales, este se puede integrar en nuestro día a día.
¿Cómo y cuándo hacerlos?
Es cierto que los ayunos de líquidos o las monodieta, se pueden plantear como ayunos cortos y puntuales, pero si se quisiesen hacer por un tiempo, de forma regular, como proceso terapéutico podrían hacerse cada dos semanas, cada mes, cada tres meses o dos veces al año, por ejemplo. Los ayunos cortos a base de zumos (sin fruta o con un poco de manzana) no tienen ningún riesgo, siempre que no se padezca una enfermedad grave, en cuyo caso siempre hay que consultar con un especialista.
Pero sin duda, el que yo adoro y recomiendo es el ayuno nocturno que puede hacerse a diario y sin esfuerzo. Basta con hacer una cena ligera temprana y alargar el ayuno al máximo el nocturno por la mañana, comenzando el día con agua o infusiones hasta que aparece la sensación real de hambre. De esta manera se lo ponemos muy fácil a nuestros órganos digestivos para que por la noche puedan hacer su trabajo de mantenimiento y si además por la mañana nos hidratamos bien, estamos dando un gran apoyo a la eliminación de los desechos generados. Además a partir de las 12h de ayuno comienza el proceso de autofagia que significa que el cuerpo empieza a consumir sus propios residuos (normalmente grasa) para convertirlos en energía.
Como ves, esta es una práctica relativamente fácil de asumir e incorporar sin ningún tipo de riesgo y sí con muchos beneficios, pues de esta manera y sin apenas darnos cuenta le ofrecemos a nuestro organismo entre doce y dieciséis horas al día de ayuno, lo que significa que 2/3 de nuestro día no ingerimos alimentos y por lo tanto no colapsamos nuestro aparato digestivo y además la ventana de alimentación se acorta tanto que es prácticamente imposible excederse comiendo.
¿Qué tener en cuenta?
- LA CALIDAD DE LOS ALIMENTOS
Hay alimentos que son de por si desintoxicantes, priorízalos:
Los zumos verdes y batidos sin exceso de frutas, las ensaladas y hojas verdes, ya que son altamente oxigenantes, depuradores de la sangre y gracias a la fibra, una buenísima escoba intestinal. Patés vegetales con crudités, las cremas de verduras y la fruta, que es un alimento depurativo y nos aporta energía de alta calidad (mejor con el estómago vacío), y todo ello, siempre que podamos, ecológicos de esta forma evitamos tóxicos.
Otros alimentos muy nutritivos y necesarios son las grasas de calidad (frutos secos y semillas, aguacates, aceitunas…), granos de calidad (arroz, quinoa, trigo de calidad, trigo sarraceno, avena, cebada, centeno…), legumbres y otras proteínas de origen animal como el huevo, el pescado y la carne (siempre de procedencia respetuosa, pues de esta forma cuidamos la calidad de vida de los animales al mismo tiempo que evitamos tóxicos innecesrios).
- FACILITA LA DIGESTIÓN
-Mastica y ensaliva bien los alimentos, especialmente los almidones
-Alargar los descansos digestivos
El proceso digestivo es una de las funciones fisiológicas que más energía nos roba. ¿Quién no ha experimentado sensación de sopor total tras una comilona?
Nuestro organismo necesita el tiempo para desarrollar correctamente sus tareas de procesamiento, asimilación y distribución de los alimentos que comemos.
Por la noche, durante las horas de sueño, en las que reposamos y no realizamos otras tareas, es el momento que tiene programado nuestro cuerpo para realizar sus tareas de limpieza y puesta a punto. Por lo tanto, es importante irse a la cama con la digestión completada y por la mañana seguir concediéndole ese descanso tanto como nos sea posible.
- COME ÚNICAMENTE CUANDO TENGAS HAMBRE
Nuestro cuerpo es muy sabio y sabe cómo y cuándo enviarnos la señal de que necesita alimento, pero es necesario saber escuchar con atención.
¿Y qué picar entre horas?
Idealmente fruta, frutos secos y otros snacks libres de azúcar añadido, patés crudos de verduras con crudités (apio, brócoli, zanahoria, lechuga…).
- EVITA UN CONSUMO ALTO DE GRASAS
Las grasas son necesarias para nuestra salud pero, para beneficiarnos de sus propiedades, en una dieta equilibrada, debemos evitar abusar de ellas así como sobrecalentarlas.
Escoger siempre grasas de primera calidad, las mejores fuentes son las que vienen en su estado original, es decir: los frutos secos, semillas (crudos), aguacates y olivas (¡sin conservantes!), aceite de oliva y de coco ecológicos y de primera presión en crudo y el aceite de oliva en botella oscura, guardarlos siempre protegidos de la luz directa del sol y evitar que se sobrecalienten a la hora de cocinarlos (que no humeen en la sartén).
- BEBE ABUNDANTE
Ya sea en forma de agua o infusiones. Es importante mantenernos hidratados para favorecer la depuración pero siempre fuera de las comidas. Personalmente, mi momento favorito es por la mañana, antes de la primera ingesta.
Limitar el consumo de líquidos durante las comidas a lo mínimo imprescindible, evitamos así diluir las enzimas digestivas y entorpecer la digestión.
En conclusión, a menos que tengas un problema de salud y necesites una retirada puntual de alimentos o hacer un detox profundo, lo mejor la práctica del ayuno intermitente como algo regular en tu estilo de vida. Esto junto a una alimentación libre de tóxicos y equilibrada es todo lo que el cuerpo necesita para mantener su estado normal de salud y vitalidad. ¿Quieres aprender? Únete a Elka y su curso Natural Detox y aprende a comer saludable y practicar el ayuno intermitente.