Según la filosofía de vida taoísta ”sonreírse a sí mismo es como dejarse acariciar por el amor y éste puede curar y rejuvenecer”.
Si hace unos días os hablaba del amor, hoy me gustaría invitarte a sonreír, reír o matarte a carcajadas el máximo posible. ¡Así de clarito! ¡Básicamente es como si te invitara a ser feliz! Y es que la SONRISA es sinónimo de felicidad, ¿no te parece?
A mí me encanta reírme (con o sin razón) y me quedo embobada viendo por la calle a la gente hacerlo. No necesito ver “La la land” para ser parte de un alegre musical. Afinando la mirada, podemos sentirnos igual de bien viendo pasar sonrisas por nuestra vida: ¡son contagiosas! Y no hace falta entenderlas: simplemente observándolas y/o escuchándolas. ¡Imagina hasta qué punto son poderosas!
Me gustaría presentarte a la sonrisa desde diferentes perspectivas. ¿Por qué? Porque, como te he dicho, ¡es un SUPERPODER! Nos hace conocer al máximo posible nuestros recursos, aumenta nuestra confianza y también nuestras capacidades. Por no hablar de lo fácil que resulta sonreír: simplemente tenemos que mover 17 músculos faciales, frente a los 43 que necesitamos para fruncir el ceño 😉
Nos suele gustar reírnos, sabemos que va muy bien. Pero, ¿somos verdaderamente conscientes de que tenemos a nuestro alcance un facilitador de vida? Sonreír nos mejora nuestro día a día (el nuestro y el de los demás): es un PEGAMENTO SOCIAL . Es decir, el cerebro detecta la sonrisa del otro y la decodifica como una señal de “no hostilidad” (ya que al ser signo de bienestar, ha condicionado nuestra evolución). La sonrisa abre puertas.
Ahí vamos:
LA FILOSOFIA: EL TAO Y LA SONRISA
He empezado citando la importancia de la sonrisa desde la filosofía taoísta y es que s¡e la considera como una de las ocho cualidades para desarrollar la práctica del TAO! Para ellos sonreír es sinónimo de fluir y no tomarse la vida como algo pesado.
Cada vez que pienso en ello, me viene a la cabeza mi abuelo Miguel, que falleció a los 100 años. Se reía muchísimo y nos contaba como en la Guerra Civil, donde cavaba trincheras, era el más solicitado siempre por dos razones: cantaba y sonreía.
Siguiendo con los taoístas: una de sus meditaciones básicas consiste en practicar la “sonrisa interior”. Se trata de conectar con ésta y el sentimiento que genera en nuestro cuerpo y fuera de él (por ejemplo, en nuestras relaciones). Parece que esta forma de meditar activa la glándula TIMO que para ellos es la fuente de fuerza vital.
¿Te animas a probarla?
LA PSICOLOGIA: TIPOS DE SONRISA
Según el psicólogo Paul Ekman, hay 18 tipos de sonrisa, pero voy a hablarte sencillamente de las dos más usadas:
LA SONRISA CORTES: Ligera y discreta, sin mostrar los dientes. Se realiza solamente con la comisura de los labios. En cualquier caso, nos viene a decir que no es muy espontánea y que quizás la persona la hace por compromiso.
LA SONRISA AUTÉNTICA: Comisura de los labios hacia arriba, mostrando los dientes y ojos entrecerrados formando arrugas. Y es que, cuando se sonríe de verdad, lo hacemos también con los ojos. Y ésta es la poderosa, la que lleva el nombre del médico francés DUCHENNE (una de las primeras personas en estudiar la sonrisa). Es el modo de sonreír en el que más confiamos, porque la sensación que nos da es muy verdadera y las emociones muy transparentes. ¡Es la más contagiosa!
Todas las sonrisas son necesarias, según las circunstancias que estemos viviendo. De todas maneras, la autenticidad debería ser la constante en nuestra vida (¡digo yo!).
LA CIENCIA: EL PODER DE LA SONRISA
No podía pasar por alto la parte que más me gusta de todo esto: ¡saber que hay investigaciones que corroboran el poder de la sonrisa!
Lo estudios neurocientíficos demuestran que sonreír activa regiones cerebrales relacionadas con los afectos positivos y el sistema de recompensa. ¿Sabías que la sonrisa puede estimular este sistema igual que 2000 barras de chocolate?
Pero, ¿en qué consiste y para qué sirve este sistema? Pues nos hace sentir bien (después de practicar determinada actividad) o cambia comportamientos (a través de un refuerzo positivo) para asegurarnos la supervivencia.
¿Por qué? Porque genera dopamina (la hormona del placer) y oxitocina (la hormona del amor).
Por ejemplo: la sensación placentera que sentimos al practicar sexo asegura la perpetuidad de la especie.
Otra cosa interesante que nos dice la neurociencia:
Sabemos que sonreímos porque estamos contentos pero las nuevas investigaciones nos aseguran que también funciona al revés: sonreír sin motivo mejora nuestro estado de ánimo (reducimos el estrés y nos sentimos más relajados, en calma).
Si el enfado te gana, prueba a mantener una sonrisa impostada: el cerebro se confundirá porque se sentirá enfadado, pero verá que el cuerpo no le sigue. Si persistes (y mejor si transformas la sonrisa en auténtica), ¡engañarás al cerebro y el enfado pasará!
LA PERSONA: PATCH ADAMS
No podía dejar de hablar de él. Podía haber citado a Ron Gutman (el famoso experto en sonrisas), pero es que siento que el Doctor Adams es pura coherencia y ejemplo.
Muchos lo conocimos a través de la película que lleva su mismo nombre, protagonizada por Robin Williams. Pero este señor va más allá de ser un médico payaso.
Patch Adams es el creador de la risoterapia, consiguiendo introducirla en la medicina moderna. Y, además de médico, escritor y diplomático, es activista social: ha dedicado su vida a ayudar a los más necesitados y a defender los derechos humanos. Lo tiene claro: nos quiere convencer de que apostemos más por el amor y la sonrisa y menos por el amor al dinero y al poder excesivo. Desde joven supo que quería usar la medicina para el cambio social y concibió su centro (el Instituto Gesundheit!) como un lugar para la cultura humana, donde la gente recuperara el valor de la vida. Además, en el mismo centro, existen proyectos como el de “payasos humanitarios”, equipos de payasos que son enviados a zonas en conflicto.
Pero, centrándonos en el superpoder de la sonrisa, decir que Patch Adams se dio cuenta de algo vital: en su trabajo en el hospital, vio que los enfermos que se reían con el personal sanitario se curaban más rápido y necesitaban menos analgésico. Finalmente, sus estudios consiguieron demostrar que reírse cambia la forma en que respiramos, haciendo que el diafragma se mueva más rápido. Este movimiento está relacionado con la producción de serotonina (la hormona más importante para el estado anímico).
Así que no esperes para reírte a carcajadas… provócalo 😉
TE RECOMIENDO
1 CUADRO:
La Mona Lisa (ya sé que lo conoces de sobras, pero ¡nunca es tarde para echarle otro ojo!).
1 ENTREVISTA:
Entrevista a Patch Adams en Chile
1 CANCIÓN:
SMILE de Nat King Cole.
1 EJERCICIO:
– Sonríe: ¿Obvio? Un poco teniendo en cuenta que estamos hablando de ello pero el reto que te propongo, para estos días, se divide en 4 partes:
- Sonríe de vez en cuando al hacer tus rutinas. Sería algo así como una sonrisa para ti. Por ejemplo: trabajando en el ordenador, fregando los platos…
- Sonríe a tus seres queridos más que nunca.
- Sonríe a la gente que te encuentres en tu vida (el kioskero, el camarero, etc).
- Sonríe a la gente que no soportas (sí, ¡lo he dicho bien!).
El objetivo es que entrenes tu capacidad de sonreír y no la dejes sólo para la espontaneidad. Ya hemos visto todos los beneficios que conlleva, así que ¿por qué no sacarle partido y hacer que esta vida sea más bonita?
Estas son mi recomendaciones por hoy, pero sobre todo te invito a que tengas más presente tu SUPERPODER!
Gracias por estar ahí (te lo estoy deseando con una sonrisa enorme) y ¡hasta el próximo artículo!
WE LOVE YOU.
