¿Cómo me hice fuerte y logré comer en calma a pesar de miradas y frases como: “eso vas a comer”?
A lo largo de mi vida he disfrutado comiendo, desde niña me gustó probar todos los alimentos. En casa, mi madre cocinaba muy bien. Había trabajado muchísimos años como cocinera en un restaurante. A mi padre también le gustaba cocinar.
A la hora de comer se preparaba con detalle la mesa, siempre nos acompañaba una gran bandeja de ensalada exquisita junto a una gran cantidad de verdura y después el plato principal que tocase, o bien legumbres, o arroz, pasta, pescado o carne.
De ellos imité esa pasión por comer, así que cuando fui creciendo sentí una gran curiosidad por la alimentación
A pesar de que estuviera estudiando temas relacionados con el deporte, quise estudiar cursos de nutrición deportiva y cursos de cocina vegetariana. Cada curso me enseñaba lo importante que es tomar consciencia de cómo nos alimentamos. El curso del que más aprendí fue el de cocina vegetariana. Cuando me hicieron comprar todo lo que necesitaba pensé: “wow esto va en serio” y ¡sí que iba en serio! Me lo pasé genial y disfruté abriéndome a nuevos sabores y texturas. Fui teniendo una relación armónica con la comida y he experimentado siempre una felicidad natural al comer. En esta época de jovencita tenía una inocencia preciosa que pronto iría perdiendo con tantos juicios que encontraba por el camino. Personas que no son conscientes y entonces se les hace extraño que alguien despierte. Cuanto más aprendía, más me costaba entender por qué la alimentación consciente despertaba tanto juicio. Por qué se critica la manera con la que uno decide alimentarse.
Yo he comido muchas veces sin calma y sintiéndome cohibida, claro está, porque mi sensibilidad e inocencia permitían que sus criticas conscientes o inconscientes me afectaran. ¡Ojalá no hubiese tardado tantos años en expresarme libremente en una mesa y fuera de ella!
¿Y cómo me hice fuerte y logré comer en calma a pesar de miradas y frases?
Pues lo logré desde el amor y la compasión.
Una vez una doctora me preguntó: ¿ por qué piensas que el mundo va a cambiar? El mundo no va a cambiar, has de ser tú quien realice ese cambio que quieres encontrar en el mundo y hazlo, ¡encuéntralo ya en tu interior y hazte fuerte! Así que empecé mi cambio desde el interior. Dejé de buscar en los demás la aprobación de mis actos, de mi crecimiento.
Me alimento como siento que debo hacerlo y no lo hago para no enfermar, lo hago para brillar más, para vivir intensamente el día y no quedarme sin energía a mitad de mi jornada. Es muy importante tener claro que nos alimentamos para potenciar la salud y no enfocarnos en comer bien para no estar enfermos. A mi me encanta verlo así.
Aliméntate para vivir tu salud, no te enfoques en alimentarte para no enfermar
Disfruta y suma a tu cuerpo bienestar y calma. Come alimentos que te sostengan y te den energía y no alimentos que te agoten y te ataquen. Vuelve a la naturaleza y a sus alimentos revitalizantes. Empieza a creer en lo que ya sabes de corazón que es verdad: cuidar tu cuerpo y mente te hace feliz.
En We Love You, se disfruta comiendo, compartiendo e inspirando. Estos cursos lo demuestran 🙂